Villamartín, también conocida como Villamartín de Sotoscueva, es una localidad situada en la provincia de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León (España), comarca de Merindades, partido judicial de Villarcayo, ayuntamiento de Merindad de Sotoscueva.
Bandera Merindad de Sotoscueva
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Escudo Merindad de Sotoscueva |
En el censo de 1950 contaba con 273 habitantes, reducidos a 21 en 2004 y 16 en 2020.
Las construcciones están realizadas en piedra extraída directamente de las canteras de la zona, tanto para los edificios antiguos como para los actuales, con numerosas casas blasonadas.
Cuenta con dos monumentos religiosos, de gran valor patrimonial. Por una parte, la Iglesia de San Esteban, cuya lápida fundacional contiene una inscripción que data del año 1175, y que cuenta en su interior con pinturas clásicas de gran artístico. Por otra, la ermita dedicada a Santa Marina, cerca de la construcción se rehabilitó una casa y se encontró una Teja con un fragmento del Poema de Fernán González.
En el pueblo destacan
también El Lavadero, La Fuente con su abrevadero, El Potro y La Bolera de 3
tablones típica en las Merindades.
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Nuestros Fósiles:
La Merindad de Sotoscueva fue fondo marino hace millones de años. Es frecuente encontrar restos de los animales marinos que poblaron ese lugar.
Aquí en VILLAMARTIN podemos dar fé de ello, ya que en la actualidad hemos encontrado numerosos fósiles paseando por el pueblo:
El habla de la Merindad de Sotoscueva:
La Merindad de Sotoscueva tiene un amplio repertorio de vocablos propios para designar la realidad que le rodea. Algunos de estos términos aparecen registrados en el Diccionario de la Real Academia, bien como regionalismos burgaleses, bien como regionalismos cántabros. Si embargo, la mayoría de términos son tan peculiares que ni siquiera hay constancia de ellos en el diccionario.
A los habitantes de cada pueblo de la Merindad se les conoce con un nombre diferente, en Villamartín se nos conoce como: gorgojos o lentejeros.
Historia de las Merindades:
En la Alta Edad Media, la comarca jugó un papel esencial en la repoblación y desarrollo de la primitiva Castilla. En el siglo X, Fernán González, organizó políticamente la región, creando las siete Antiguas Merindades de Castilla. De su pasado perduran abundantes testimonios artísticos: dólmenes, pinturas rupestres, enterramientos en roca, eremitorios, castillos, torres, casas solariegas, palacios y un arte románico de gran calidad.
La Merindad de
Sotoscueva, está formada por 27 pueblos, divididos en 4 términos.
Nombraremos
primero el de la Sonsierra, que es el formado por: Quintanilla del Rebollar
junto con El Rebollar, Herrera, Redondo,
Hornillalatorre, Barcenillas de Cerezo y el desaparecido pueblo de Cerezos.
En el término de Cinco
Villas, se encuentra Bedón, Pereda, Hornillayuso, Hornillalalastra y
Cornejo.
En el término de La
Jereta, podemos nombrar a Nela, Sobrepeña, Cogullos, Quintanilla de Valdebodres, Ahedo de Linares, Linares, Villamartín de
Sotoscueva y
Butrera.
En el término del Valle,
se encuentran, Quisicedo, Villabáscones, Quintanilla de Sotoscueva, Vallejo de Sotoscueva, Entrambosrios,La Parte y Cueva, último pueblo de los 27 que
componen La Merindad.
La Merindad de Sotoscueva,
enclavada en la zona subcantábrica, está formada por terrenos correspondientes
al grupo mesozoico o Era Secundaria, con muestras de sus tres periodos:
Triásico, Jurásico y Cretácico.
Existen restos de una
"calzada", que seguramente hicieron los romanos en el Somo (es en
estos montes, donde a finales del siglo pasado y principios de este, se conocía
todavía la presencia de osos), con motivo de la guerra con los cántabros. Iba
en línea recta, desde el alto de La Mazorra, hasta el alto del Somo y permitía
a los romanos desalojar a los cántabros de los complejos kársticos de la zona.
El territorio en el que
se sitúa la actual Merindad de Sotoscueva, tuvo su máximo esplendor durante la
Prehistoria. En aquel tiempo, estaba dividida en Partidos que fueron: - Partido
de Sotoscueva, lo componían: Quisicedo de Sotoscueva, Villabáscones,
Quintanilla de Sotoscueva, Entrambosríos, La Parte, Vallejo y Cueva. - Partido
de la Sonsierra: Hornillalatorre, Hornilla la Parte, Barcenillas de Cerezos,
Cerezos, Redondo, Herrera de Redondo, Quintanilla del Rebollar y El Rebollar. -
Partido de las Hornillas: Hornillayuso, Hornillalastra, Pereda. Bedón y
Butrera. - Partido de Villamartín: Villamartín de Sotoscueva. - Partido de
Cornejo: Cornejo. - Partido de Valdebodres ó Jereta: Ahedo de Linares, Linares,
Cogullos, Quintanilla de Valdebodres, Nela y Sobrepeña.. Su riqueza consistía
en la ganadería y explotación de los montes, en agricultura destacaban por la
recolección de garbanzos, yeros, arbejos, cebada, centeno…
También se sabe, que la
Merindad fue fondo marino, como lo prueban los innumerables fósiles hallados en
el valle.
El número de habitantes
en Sotoscueva creció hasta 1.600, año en que le afectó la peste. En el siglo
XVII sufrió una profunda regresión y superada ésta, aumentó hasta el XIX. Hoy
en día afectada por la emigración, el envejecimiento, la mortalidad y la caída
dramática de la natalidad, se encuentra en una profunda crisis.
En las épocas prerromana,
romana y visigótica, la población de Sotoscueva de origen cántabro, era muy
escasa comparada con otras zonas de la península. Con la invasión árabe nuestra
Merindad se convirtió en tierra de nadie, obligando a sus pobladores a
esconderse en las montañas. Fue hacia el siglo IX, cuándo los cristianos
deciden abandonar éstas y empezar a formar pueblos como Quisicedo, Cornejo,
Butrera, etc. y otros ya desaparecidos como comentamos en otro apartado.
Apenas hay documentación
sobre la demografía en Sotoscueva, hasta el Catastro del Marqués de la
Ensenada, en el siglo XVIII, reinando ya los Borbones ó el Diccionario
histórico, geográfico y estadístico de España, escrito por D. Pascual Madoz en
la mitad del siglo XIX.
El siglo XIX, terminada
la guerra Carlista, que tanto afectó al Valle, se cerró en la Merindad de
Sotoscueva, con un importante crecimiento demográfico y económico, quizás
debido a la construcción del ferrocarril.
Sotoscueva, como el resto
de las Merindades, ocupó un espacio de transición entre los puertos cantábricos
y la meseta. Sus habitantes se ocupaban en la arriería, mercados y ferias, como
es claro ejemplo Bedón, que tuvo un pasado esplendoroso, ya que todos sus
vecinos se dedicaban a estas empresas, seguido en menor medida por sus vecinas
Hornillas. Su comercio era de productos básicos: vino, lana, garbanzos, cebada,
harina, carbón, sardinas y sal.